¿Somos lo que decimos?
agosto 17, 2022
Piensa por un momento, ¿qué efecto tienen palabras como…”te quiero”, “lo estás haciendo muy bien”, etc…? o por el contrario, palabras como: “lo hiciste mal”, “no eres suficiente”. ¿Cuál es el impacto que tienen en ti o en mi?
Ideas, anhelos, metas, propósitos… todo se manifiesta a través de la palabra.
Las palabras pueden construir enormes sueños o destruir cuando están cargadas de miedo, temor y frustración
Las palabras están cargadas de significado y no se las lleva el viento, suelen quedarse enganchadas en la mente y en el corazón y así van dirigiendo la vida de cada uno por el camino que les indicamos.
El saber usar nuestras palabras está relacionado con la responsabilidad afectiva, que es la capacidad de ser conscientes de que lo que decimos y hacemos tiene un impacto en los otros.
Por eso, el experimento que mencionamos en el podcast, del científico japonés Masaru Emoto, está asociado con el impacto que tienen las palabras que decimos.
Esta prueba consistió en asociar gotas de agua con palabras dichas con diferentes intenciones.
Al observarlas en el microscopio, Masaru pudo notar que aquellas tratadas con palabras cálidas formaban figuras preciosas como diamantes o copos de nieve, mientras que la gotas de agua sometidas a palabras negativas, tenían cristales con formas menos definidas, incluso en algunas se notaba caos.
Si tomamos en cuenta que nuestro cuerpo tiene más del 60% de agua y que el cerebro tiene más del 70% de materia acuosa, ¿qué puede pasar cuando insultamos a alguien o lo sometemos a palabras de presión?
¡Qué distinto sería si pensáramos antes de hablar!
Te dejo esta reflexión: honra siempre tus palabras, háblales a los demás como te gustaría que otros te hablaran o mejor aún, como te hablarías a ti mismo o a tu niño interior. Que tus palabras siempre sean reflejo del amor y la compasión que habitan tu corazón.
¡Te mando abrazos con mucho cariño!
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