Todo este ejército de bacterias buenas del que te hablo, vive en tu intestino grueso.

El sistema inmunológico y la microbiota, son quienes mantienen el equilibrio de tu cuerpo y también determinan si eres o no más propenso a alergias o enfermedades del intestino o cardiovasculares, incluso enfermedades crónicas como el cáncer. 

Hoy sabemos que la forma de alimentarte influye directamente en tu microbiota, para activar o para desactivar tu buen estado de salud o las enfermedades que puedas desarrollar. 

Esté ejército de bacterias, mantiene y desarrolla a tu sistema inmune y también funciona como defensa, es decir, forma un muro o barrera que impide que las toxinas se adhieran a la pared de nuestro intestino, generando enfermedades que pueden provocar que tu propio sistema inmune se ataque a sí mismo. 

La microbiota se comienza a desarrollar desde antes de nacer. La alimentación de mamá durante el embarazo y el tipo de alimentación que recibiste cuando eras niñ@ , son factores que no puedes cambiar, pero sí puedes elegir tener hábitos más saludables, cuidar a tus “bichitos buenos” y mantener un buen estado de salud. 

¿Cómo cuidar a tus “bichitos”?

1. Fibra, fibra y más fibra: consume verduras diario, de referencia enteras, como base de tu alimentación y frutas como manzanas, higo, plátano, pera, etc.
2. Alimenta a tus bacterias: consume alimentos con efecto prebiótico como plátano macho, yuca y lentejas, que estimulan el crecimiento de las bacterias buenas de colon.
3. Más grasita saludable: consumir grasa ¡no es malo!, y las grasas ricas en ácidos Omega 3 como el aceite de oliva extra virgen, los frutos secos y el aguacate son aliados de tu salud.
4. ¡No te automediques! Si abusas de ciertos medicamentos o de los antibióticos, puedes afectar a tu microbiota. 
5. ¡Dile adiós al azúcar! Y a los productos altamente procesados, llenos de conservadores y colorantes.

Todo se resume en: 

¡+ alimentos reales, - productos!

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