Estas dos semanas he leído todos los comentarios, seguramente incluyendo el tuyo y no sabes cómo agradezco toda la retroalimentación que recibo. ¡Sí! agradezco todo, porque como dice uno de mis escritores favoritos, Ken Blanchard, “La retroalimentación es el desayuno de los campeones” y de todo tipo de opiniones y comentarios aprendemos porque todos son valiosos.

Y es que como en todo debate, hubo opiniones encontradas y algunos desacuerdos, pero ¡qué necesarias son estas conversaciones!, porque así no solo podemos conocer más a los demás y conocernos más a nosotros mismos. También podemos aprender mucho para llevar a nuestra vida lo que nos funcione y nos ayude a ser mejores.

Quizá hubo varios temas que se quedaron en la mesa, pero de lo que estoy seguro es que los temas que se debatieron fueron los más precisos para dejar en tu mente y en tu corazón un mensaje que le sume a tu vida.

Si pudieras decirme con qué te quedas después de nuestra plática con Odín, el Padre Juan Antonio y el Lama Eduardo, ¿cuál sería tu respuesta?

Yo me quedo con que todos, desde nuestra libertad, desde aquello en lo que creemos y más allá de nuestra forma de pensar, podemos respetarnos, porque no necesitamos estar de acuerdo para amar y respetar a los demás.

¡Gracias por leerme! Te mando abrazos con mucho cariño

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