En todas las culturas el romanticismo, el anhelo, la soledad y todo lo que ha llevado a la humanidad a idealizar el amor, por siglos nos ha enseñado que en algún rincón del planeta se encuentra esa persona especial que tiene la capacidad “mágica” de hacernos felices, dichosos y que una de nuestras principales metas en la vida debe ser… ¡encontrarla!

A esta persona con propiedades y características maravillosas se le conoce como: “El amor de tu vida”.

Si por alguna razón desafortunada no lográramos encontrarla, la idea de que viviremos solos, tristes e “incompletos” el resto de nuestras vidas viene a reforzar un esquema que al final del día lo único que crea es un mayor sufrimiento entre los seres humanos.

Pero… ¿Qué pasa cuando crees haber encontrado al “amor de tu vida”? Por lo regular, la mayoría de la gente se enfrenta a la desilusión. Pues resulta, que ese “amor de tu vida” también está buscando a alguien que le arregle, o que por lo menos le ayude a mejorar en parte su propia existencia.

Ponte a pensar un poco… ¿Será que tú o yo tenemos la capacidad de hacer inmensamente feliz alguien por el resto de su vida y podemos ayudarle a terminar con todos sus problemas? Si reconocemos que no tenemos la capacidad de hacerlo, ¿Por qué habríamos de creer que alguien sí lo puede hacer para nosotros?

Darnos cuenta de que únicamente nosotros podemos hacernos felices puede ser un proceso incómodo pues requiere de un trabajo interno de responsabilidad, aceptación, perdón y amor incondicional hacia nosotros mismos, entre otras cosas.

Nuestra experiencia externa no es otra cosa más que un reflejo de nuestra realidad interna. Si carecemos de amor propio, si vivimos auto-censurándonos, creyendo que valemos poco, enfocándonos en lo negativo, simplemente haremos lo mismo con los demás allá afuera. Entonces, la idea de que alguien puede llegar a salvarnos suena bien porque además dejamos de ser responsables de nosotros mismos.

En el podcast de esta semana te comparto de corazón un poco de lo que aprendí en la Maestría de Psicología Espiritual que me ha ayudado a despertar y a vivir más en consciencia. Espero que al igual que a mí, esto te sea de mucha ayuda en tu proceso de crecimiento personal.